Miraba fijamente el agua del vaso, pensaba en lo que había sido un pasado lleno de guerras y sufrimiento.
Algo se removió a su lado y levantó la cabeza.
-¿Qué haces Cristian?-Preguntó con voz ligeramente ronca pero dulce.
-¿Qué haces Cristian?-Preguntó con voz ligeramente ronca pero dulce.
-Solo miraba el agua.-
Se quedó en silencio mientras la joven se levantaba a su lado y se acercaba a él.
-¿Solo miras el agua? ¿No piensas en nada?
Los ojos celestes del monje se posaron en los cobrizos de la maga, eran duros y tristes.
-No me mires así.-
Silencio mientras el rubio bajaba la vista hasta el agua de nuevo, lo dejó sobre la mesilla de madera y volvió a observar a su compañera.
-Solo pensaba en la guerra.-
La joven se tomó las rodillas con los brazos, llevandose las sabanas con ella en el proceso, agachó la cabeza entre ellas.
-Lo siento.-
-No fue culpa tuya.-
-Yo fui la responsable.-
Se volvieron a mirar con profundidad, el rubio tomó las manos de la joven y sonrió.
-Así te sientes...-Suspiró con pesadez.-Lo siento yo por recordarlo.
-De acuerdo...-Murmuró la muchacha con desgana mientras se volvía a tumbar.-Buenas noches, Cristian.-
-Buenas noches, Luna.-
Volvió la celeste mirada hacia el bol con agua, pensando en el sufrimiento en lo que había sido un pasado lleno de guerras y sufrimiento...
Creditos al autor/a de la imagen.
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