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Bienvenidos a mi blog de literatura. Todos los personajes de los respectivos fanfics pertenecen a sus respectivos autores y yo solo los tomo prestados, a excepción de los originales creados por mi. Espero disfruten leyéndolo tanto como yo lo estoy haciendo cuando lo escribo. Por favor, no se olviden de comentar las entradas! Gracias!

martes, 20 de septiembre de 2011

P.L: Asesinato

El corazón me palpita, como si se quisiera salir de mi pecho, no puedo respirar, siento que me voy a ahogar. Mis manos están paralizadas, apoyadas sobre la colcha manchada de sudor o tal vez sean lágrimas...No estoy segura.

Asco, Repulsión, Rabia y odio, todo hacia mi propio cuerpo, hacia mi ser, mis dedos bailan sobre las sábanas de seda y se posan en la mesilla, no se qué busco, nada me va a sacar de esta situación tan repugnante.

Chocan contra el frío filo de un abre cartas y mis manos no responden a mis pensamientos, no hacen caso, se mueven solas, levantando el puñal en el aire lo dejo caer y se clava en la carne del ser humano, si es que lo puedo llamar así, que está encima de mi. Un chillido me inundan los oidos y rebota y se repite en mi cabeza.

Una sensación de alivio, de tranquilidad me invade, la sangre gotea y me mancha el pecho desnudo, pero no me incomoda, me gusta sentirla, siento que me agarran las muñecas y me agito golpeandole con fuerza, el peso se echa a un lado y yo saco el filo, lo miro, y observo el líquido carmesí resbalar por él, lo veo tan bello que levanto de nuevo el cuchillo y lo clavo una y otra vez en la carne podrida.

Hace ya un rato que dejó de respirar pero esa alegría que siento cada vez que se desgarra la carne me empuja a seguir apuñalándole una y otra vez, la sangre mancha las sábanas, salpica la pared y entonces me doy cuenta de que está muerto. Muerto, tengo miedo... no sé que estoy haciendo, no lo sé y eso me hace sentir pánico, el abre cartas cae de mis manos al suelo y un chasquido metálico inunda la habitación.

Las lágrimas me mojan las mejillas, me miro las manos ahora rojas, de un intenso color escarlata que me hipnotiza. ¡Que he hecho! Me tapo los ojos, estoy perdiendo la cordura que me queda, si es que aún no la he perdido toda. Tengo miedo... SIento rabia... Quiero acabar con todo...

Me levanto y busco algo de lo que queda de mi sucia y rasgada ropa, la puerta se abre y entro en pánico, corro hacia ellos y los empujo con todas mis fuerzas. Estoy perdida, sin saber qué hacer o dónde puedo ir.

Mi corazón late tan rápido que parece que se me va a salir del pecho, no puedo respirar, jadeo mientras sigo corriendo por el pasillo, mis pasos resuenan en mi cabeza y las lágrimas flotan en el aire, con mi miedo y mi olor a sangre, creo que ese olor se me ha impregnado en la piel...

No hay más camino, solo un feo ventanal que me separa de una caida de unos diez metros y aún sabiéndolo soy incapaz de detenerme, corro hacia él y mi cuerpo impacta contra el cristal, que se rompe al igual que mi corazón lo hizo en un tiempo pasado, al igual que mi pútrida alma.

Al sentir mi cuerpo cayendo, al ver como el hueco que ha dejado la ventana se aleja de mi siento felicidad, todo se va a acabar, sonrio levemente, aunque no se le podría llamar sonrisa. Pero lejos de mis expectativas...nada termina.

Siento un gran dolor, y el olor a sangre me penetra en la nariz, mi propia sangre me mancha la piel y la hierba que se marchitará bajo mi cuerpo, lloro, no por el penetrante dolor sino porque no tengo más fuerzas, me siento débil para seguir por este camino y parece que aún no me quiero morir, como si mi alma se aferrase a mi cuerpo aunque tambien quiera salir de él...


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