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jueves, 10 de marzo de 2011

Capitulo 2: ¡Gundenia Ainsworth se presenta!

Debería haberme presentado antes de empezar con los quebraderos de cabeza, bien… Me llamo Gundenia, Gundenia Ainsworth y me preparo para ser alquimista nacional.

Mi nombre, o eso decía mi hermano, significa “La que Lucha”, aunque eso no sea del todo cierto. Para quien no lo crea, soy mestiza… Curioso que una mujer de Ishbal se junte con un militar ¿No?

Ahora, resido en Ciudad Central en casa de Ezer, el alquimista mecánico y pretendo sacar plaza en el ejército con mis habilidades alquímicas, un reto difícil pero no imposible.

¿Qué cómo soy físicamente? No creo que sea adecuado que me describa yo misma, pero no puedo mostrar una foto. Medir, realmente soy un taponcete, mido metro cincuenta y cinco. Hasta lo que yo recuerdo mi cabello era azul celeste al igual que mis ojos, o por lo menos lo eran hasta que los perdí, ahora son mecánicos y tienen, según Ezer, un bonito color escarlata. Mi piel, supongo que lo seguirá siendo, color canela y tengo la cara redonda como un trozo de pan-algo que odio-.

Más de una vez me han confundido con una jovencita de 16 ó 18 años, algo alejado de la realidad, tengo 25. En cuanto a mi ropa, diría francamente que es extravagante hasta decir basta. Suelo llevar gafas de aviador y mi vestimenta no se aleja de ese estilo. Pero el por qué lo podrán descubrir según avance la historia.

¿Qué cómo me describiría? Otra pregunta que no puedo contestar abiertamente, diría que soy algo infantil pero me tomo las cosas con seriedad y bastante calma. Soy positiva, o eso creo. Esto es mejor que lo averigüen ustedes.

¿Que qué hago escribiendo esto? Supongo que necesitaba contar mis aventuras, como comprenderán este capítulo solo es una transición para que me conozcan un poco más. Simple y llanamente.

Y dejando la carta guardada en un cajón de aquél escritorio de madera, suspiré. Tenía que centrarme en mis investigaciones y sin embargo era incapaz de hacerlo.

¿Por qué? Podría decirse que necesitaba una carta de presentación a mi soledad.

¡Gundenia Ainsworth, se presenta y saluda con clamor a todos los lectores de esta biografía!

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