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Bienvenidos a mi blog de literatura. Todos los personajes de los respectivos fanfics pertenecen a sus respectivos autores y yo solo los tomo prestados, a excepción de los originales creados por mi. Espero disfruten leyéndolo tanto como yo lo estoy haciendo cuando lo escribo. Por favor, no se olviden de comentar las entradas! Gracias!

miércoles, 2 de febrero de 2011

Capitulo 5: Té

Té hirviendo, el humo sale de la taza y se evapora, noto la esmeralda mirada mirándome fijamente, no sé que demonios le pasa a esa niña estúpida por la cabeza. ¿Quitarle a Ciel? ¿Por quién narices me tomas? Dime, niña. Gruño para mis adentros, la llamada fue cortada por capricho de esta criatura, Elizabeth. No sé por qué, pero la odio, por eso no les miro y observo el té hirviendo. Piensa en otra cosa a parte de la sangre, Grace. Pienso y agito la cabeza.

“¿Seguro que se encuentra bien, Grace?”

Por un momento oigo su voz, me ha llamado por mi nombre y no por estúpidos títulos. Levanto la mirada, mis ojos, vacíos y grises se clavan en los suyos, azules, púrpuras.

“Si, solo… estaba pensando”

Fuerzo una sonrisa, sí, una mueca que no llega a ser alegría, parece casi asco. Pero no pienses mal, Conde, solo va para tu pequeña amiga. Miro alrededor, visualizo a Noah en una esquina y sonríe. Sabe lo que quiero, lo sabe.

“¡El vestido que lleva es muy hermoso!”

Chilla, parece un berrido, una oveja, si, una oveja. La miro penetrante y parece que se echa hacia atrás. Quizás… ¿Puede que me tengas miedo?

“Gracias. Es hecho a medida”

Noah, contienes la risa, te diviertes ¿Verdad? Observas como quiero arrancarle las coletas a esa cría. Pero me contengo, la etiqueta y la educación nunca fueron para mí y lo sabes. La taza tiembla en mis manos, siento que fuese tan pesada como una bola de acero maciza. Dejo caer la taza, el contenido se vierte y la porcelana se rompe, miro el resultado, es como si me hubiese despertado de un sueño.

“Lo…siento”

Últimamente me meto demasiado en mis pensamientos Noah, lo sabes, se nota en la cara que acabas de poner, me siento avergonzada pero mi expresión no cambia. Tal vez… Tal vez no estoy tan bien como pienso. ¿Qué piensas tu Noah?

Me miran sorprendidos, ambos, ni siquiera yo entiendo como una taza de te ha podido vencer mi fuerza, una simple taza de té. Conde, suspiras. ¿No soy de tu agrado?

“No pasa nada, ha sido un accidente”

Miro a tus ojos, no me odias, no me desprecias, ¿Entonces, Conde, que es lo que se te está pasando por la cabeza? ¿Preocupación por mí? A penas me conoces, no sabes quién soy, ni como soy. No puedes preocuparte por mí. ¿Me has investigado? ¿Te has dado cuenta de lo parecidos que somos?

“Pagaré el importe del juego de té”

Me siento cansada, Noah. ¿Sabes qué pasa? ¿Tal vez llegará pronto la hora de tu cena? No, no duermo por las noches. Siempre recordando lo mismo. Ciel, te levantas y Elizabeth sigue mirándome asustada. ¿Acaso soy un fantasma? ¿O es que mi palidez natural te parece de ultratumba?

“Sebastián, limpia esto y lleva a Lizzy a cambiarse”

Oh, se había manchado el vestido con el té, no me había dado cuenta, por eso me miraba de esa manera ¿Cierto? ¿La ropa y los accesorios son importantes para las niñas malcriadas como tú, verdad?

Se van y entonces Ciel se acerca, me mira fijamente y se agacha, el pañuelo roza mi mano y le miro. Sangre, estoy sangrando.

“Te has cortado con un trozo de porcelana”

¿Por qué Noah no ha intervenido? Miro la esquina. ¿Dónde diablos ha ido? Hacía tiempo que ya no estaba y yo no me había dado cuenta. ¿Por qué Ciel está intentando parar la sangre? ¿Qué ha visto en mí? Me empiezo a marear, esto no es bueno. Siento nauseas. Me miras, asientes.

“Tienes pánico a la sangre, ¿Verdad?”

¿Por qué eres tan cordial con alguien que a penas conoces? ¿Qué has visto en mi, Ciel Phantomhive?

“No me agrada…especialmente”

Ata el pañuelo a mi mano, Noah, ¿Dónde estas?

“Siento que esto haya terminado así, de verdad”

Entras, Noah, por fin, ¿Dónde estabas? Te acercas y haces una leve reverencia.

“Disculpe. Señor Phantomhive, mi señora se encuentra muy cansada, su salud es frágil”

Genial, Noah, Ciel ahora sabe que le he mentido.

“Nos retiramos ya, mi señora.”

Ciel me mira, pero no consigo adivinar sus pensamientos, su mente es tan cerrada… Me levanto, Noah me toma de la mano y yo miro al niño mientras se da la vuelta. Me fascina, me repugna, me confunde.

“Hasta pronto, Conde”

No se gira, aprieta el bastón con fuerza, ¿Qué es lo que te ha molestado tanto? Me inclino ligeramente y salimos, el mayordomo nos despide. ¿Por qué se parece tanto a ti Noah?

“La joven ama debería dormir más por las noches”

Gruño mientras subo al carruaje, Noah, eres odioso en tantas ocasiones… ¿Por qué firmé el pacto contigo? Ya ni lo recuerdo.

“Cállate, eres tú el que no me deja dormir”

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