Saludos!

Bienvenidos a mi blog de literatura. Todos los personajes de los respectivos fanfics pertenecen a sus respectivos autores y yo solo los tomo prestados, a excepción de los originales creados por mi. Espero disfruten leyéndolo tanto como yo lo estoy haciendo cuando lo escribo. Por favor, no se olviden de comentar las entradas! Gracias!

miércoles, 23 de febrero de 2011

Capitulo 14: Mi capricho

Últimamente te noto más alegre. Parece como si te hubieses librado de una gran carga, Noah. ¿Qué tramas?

Te observo fijamente, sin apartar la mirada. Vas rápido, demasiado. No puedo examinarte con detenimiento.

“Limpia más despacio”

Curiosa petición, pero quiero observar tus caderas al caminar, tus hombros al pasar el húmedo trapo sobre la mesa. Como te agachas a mojar la tela. Simplemente, convencerme de que eres mejor que Sebastián en todos los sentidos.

“Cómo diga, joven ama”

Tus movimientos se ralentizan, sigo observándote, te estoy sometiendo a un examen. ¿Lo sabes, verdad? Tus movimientos son decididos. Elegantes, sensuales.

¿Qué es lo que os diferencia, Noah? ¿Quieres decírmelo?

“¿La joven ama disfruta de la vista?”

Me sonrojo, odio que pregunte ese tipo de cosas, sí, me gusta pero… ¿Acaso me vas a impedir mirar?

“Cállate”

Sonríe y sigue con lo suyo. La pregunta rehizo Sebastián me retumba en la cabeza. ¿Por qué hice un pacto con un demonio? Es una buena pregunta.

Suspiro, solo puedo observarte Noah. Sólo confiar en ti pero eso no hace falta que te lo diga ¿Verdad? Lo sabes.

“Últimamente la joven ama está distraída”

Te miro, parece que has terminado y yo aún sigo aquí, mirándote sentada en esta silla de jardín con un negro pañuelo cruzando mi pecho.

“¿Qué le preocupa, mi señora?”

En realidad nada me preocupa, simplemente tengo esa sensación de que me falta algo. No quiero decirtelo, sé que te enfadarás cuando te comente lo que me ronda la cabeza.

“Nada”

Contesto, barajo las opciones que tengo pero me empiezo a dar cuenta de que solo me quedas tú.

“Simplemente vi algo de lo que me encapriché”

Sé que no te imaginas lo que te voy a pedir. No lo imaginas Noah.

“Puede pedirme lo que desee y yo lo pondré a sus pies, mi señora”

Sé que vas a lamentarte por haber planteado esta absurda situación, suspiro mientras me levanto, con lentitud mientras te observo. Está claro, no te va a gustar. Eres demasiado posesivo.

“¿Lo que yo quiera? ¿Seguro?”

Asientes, eufórico. ¿Piensas que es un elefante africano? ¿Un tigre de Bengala? ¿Un Chow-chow? Te equivocas.

“Los deseos de mi señora son mis ordenes, bien lo sabe”

Lo vas a lamentar, te lo he avisado. No te va a gustar mi petición

“De acuerdo…”

Mientras pronuncio las palabras tu cara parece desencajarse. No quieres hacerlo, pero no te puedes negar. Es una orden. ¿Recuerdas?

“Mi capricho… es Sebastián”

1 comentario: